Dieta Vegetariana
Ha sopesado cuidadosamente sus opciones, ha estudiado los pros y los contras y ha decidido que el estilo de vida vegetariano es el adecuado para usted. Pero, ¿Por dónde empezar a hacer los cambios? ¿Adopta un enfoque más gradual para la transición al vegetarianismo?
Independientemente de cómo decida hacer el cambio, puede empezar a conseguir los beneficios para la salud del vegetarianismo reduciendo significativamente la cantidad de carnes consumidas y haciendo que las verduras, las frutas, las legumbres y los cereales integrales sean el centro de sus comidas.
Elija productos integrales como el pan y la harina de trigo integral, en lugar de granos refinados o blancos. Coma una gran variedad de alimentos, y no tenga miedo de probar verduras, frutas, cereales, panes, frutos secos o semillas que nunca haya probado antes. ¡Experimente y explore! Es posible que descubra un nuevo favorito o dos, y que aprenda nuevas formas de animar los platos vegetarianos más tradicionales.
Muchos alimentos vegetarianos pueden encontrarse en cualquier tienda de comestibles. Las tiendas de alimentación especializadas pueden tener algunos de los artículos más infrecuentes, así como muchos alimentos vegetarianos preparados. Cuando compre alimentos, planifique con antelación, compre con una lista y lea las etiquetas de los alimentos. Y si decide comer productos lácteos, elija variedades sin grasa o con poca grasa, y limite su consumo de huevos a 3-4 yemas por semana.
Convertirse en vegetariano puede ser tan fácil como usted decida hacerlo. Tanto si le gusta preparar comidas deliciosas y exquisitas como si opta por las rápidas y fáciles, las comidas vegetarianas pueden ser muy satisfactorias. Si se acostumbra a tener lo siguiente a mano, la preparación de las comidas se convertirá en un juego de niños:
-Cereales integrales para el desayuno, listos para consumir, y cereales integrales de cocción rápida como la avena, panes y galletas integrales, como el de centeno, el de trigo integral y el de grano mixto y otros granos como la cebada y el trigo bulgur.
-Frijoles enlatados, como los pintos, los negros y los garbanzos
-Arroz (incluyendo marrón, salvaje, etc.) y pasta (ahora disponible en trigo integral, espinacas y otros sabores) con salsa de tomate y judías enlatadas y/o verduras picadas
-Sopas vegetarianas como la de lentejas, la de alubias blancas o la minestrone
-Una amplia variedad de verduras naturales congeladas, y fruta enlatada y congelada
-Leches de soja fortificadas y quesos de soja, en caso de que decida no comer productos lácteos
-Una amplia variedad de frutas y verduras frescas, que deberían ser el núcleo de cualquier dieta
A medida que aprenda a experimentar con los alimentos y aprenda que una dieta sin carne no tiene por qué carecer de variedad, descubrirá que su decisión por el vegetarianismo no sólo fue acertada, sino fácil y divertida a la hora de comer.